4 de septiembre de 2010

La Pobreza, una llaga para nuestra sociedad…

Básicamente podemos hablar de dos tipos de pobreza, la pobreza mental o educacional, que viene dada por una mala educación de la persona, lo cual, genera que todo aquello que es o tiene, sea pobre. En efecto, esta es la gran pobreza, que incluso gente con mucho dinero llega a padecer y, la misma, produce una gran infelicidad en las personas, porque aún cuando poseen mucho, no son nada, son personas pobres de mente o de espíritu.

 Ahora bien, la pobreza material, es en muchas ocasiones producto de la misma pobreza mental, ya que aquel que tiene una mentalidad coherente, usa de los pocos o muchos bienes que tiene para poder salir adelante, sabe aprovechar las oportunidades que la vida presenta para salir del estado de pobreza material y pone su mayor esfuerzo en conseguir una estabilidad económica para su vida, además que lucha por enriquecerse mentalmente a través de la educación.
Sin embargo, es cierto que existen casos de pobreza donde las personas no son mentalmente pobres, pero sí lo son materialmente, ya que las posibilidades u oportunidades para estas personas son casi nulas, en estos casos, estamos hablando de una pobreza más justificada, ya que, estando en la disposición de salir adelante en sus vidas, poniendo para ello todo el esfuerzo necesario, estudiando, trabajando y dando lo mejor de sí para lograr una vida digna, no se tiene las posibilidades mínimas, debido a la situación del territorio en que vive, lo cual, hace que las posibilidades de crecimiento para los ciudadanos sean cada vez menores, cayendo así en pobreza.
Lo cierto e injusto de esta situación es que mientras unos se aprovechan del bien común para enriquecerse ilícitamente, otros pasan hambre y terribles calamidades. Mientras algunos botan el dinero; otros no tienen como vivir. El ejemplo más revelador es la famosa Paris Hilton, la cual, tiene para sus perros una mansión[1]; mientras millones de hombres y mujeres no tienen un lugar donde vivir.
Vemos, entonces, que al ser humano poco le importa el bien de sus semejantes. Así, existe una mentalidad egoísta, en la cual, cuando “yo estoy bien, los demás no importan”. Es necesario crear conciencia y lograr una mejor distribución de los bienes materiales, pero más que esto, es necesario incrementar en los hombres y mujeres de nuestra sociedad el amor por los seres humanos. Se hace, pues, cada vez más necesaria una educación en valores, que ayude a los hombres y mujeres de este mundo a salir de la pobreza  mental, para poder salir también de la pobreza material, la cual, es fruto, de la anterior. Es necesario tomar conciencia como individuos y como sociedad de esta realidad apremiante y trabajar arduamente en ella, para poder obtener resultados buenos de crecimiento.
La pobreza es, pues, una de las fuentes más marcadas de infelicidad, ya que ante la carencia de aquello que se necesita no para lujos, sino, para vivir, la persona cae en desesperación y angustia, siendo que el deseo de todos los hombres es, precisamente, poseer todo lo necesario para la vida personal y de aquellos que le rodean.
La injusticia social que se vive en el mundo, especialmente en nuestro país, crea un ambiente de impotencia en aquellos que quieren poseer lo necesario, pero que debido a que una minoría acumula para sí todos los bienes, éstos no tienen las posibilidades.
Los pobres en cuestiones materiales padecen, pues una fuerte infelicidad; pero más que estos padecen los pobres mentales o espirituales, como ya lo mencionábamos antes. En efecto, quien no se preocupa por cultivar las virtudes necesarias en su vida, vivirá día a día de sus caprichos, y no habrá riqueza material suficiente para poder saciar la ambición que padece y controlar el desorden interior que, por falta de ejercicio en las virtudes, existe en dichas personas.  
El amor, entonces, es la mejor respuesta para superar esta situación, debemos llevar a cabo el mandamiento principal para los cristianos, “amar al prójimo”, es decir, amar a aquel que está próximo a mí y me necesita, así como brindar a las personas de mi familia la posibilidad de crecer mentalmente, a través de una buena educación, que enseñe a ver a las personas que me rodean como seres humanos, que tienen las mismas necesidades que yo.

[1] http://www.hollywoodosis.com/los-perros-de-paris-hilton-tienen-su-propia-mansion

4 comentarios:

  1. Interesante artículo compañero Jorge. Adicionalmente considero que el cambio debe ser profundo, un cambio de las raíces de nuestra sociedad cuando esto (http://www.terra.com.pe/noticias/noticias/act2500897/nuevo-estudio-revela-que-dinero-si-puede-comprar-felicidad.html) deje de ser una ley. Espero que el ser humano tenga la capacidad suficiente para despertar, sin embargo, soy pesimista en este aspecto considerando que ya estamos tocando fondo (http://www.climate.org/topics/water-espanol.html), aunque no somos del todo conciente

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  2. Excelente tema.. muy interesante tu blog! Tienes un gran corazón.. entregado al prójimo.. seguirè visitando muy seguido tus articulos! El Señor te bendiga! saludos!

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  3. Estamos de acuerdo Wilfre, el cambio de verdad es muy profundo, y el mismo toma tiempo y esfuerzo.

    Efectivamente, estamos tocando fondo en este tema, esperemos que después de tocarlo, podamos salir adelante con esto.

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  4. Gracias joselimar, me alegro te gustara el blog. Dios te bendiga a ti también.

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