7 de febrero de 2011

Aristóteles, El Estagirita (384-322 a.C.)

Filósofo griego, considerado, junto a Platón y Sócrates, uno de los pensadores más destacados de la antigua filosofía griega y posiblemente el más influyente en el conjunto de toda la filosofía occidental.

Nació en Estagira (actual ciudad griega de Stavro, entonces perteneciente a Macedonia), razón por la cual también fue conocido posteriormente por el apelativo de El Estagirita.
 Hijo de un médico de la corte real, se trasladó a Atenas a los 17 años de edad para estudiar en la Academia de Platón. Permaneció en esta ciudad durante aproximadamente 20 años, primero como estudiante y, más tarde, como maestro. Tras morir Platón (c. 347 a.C.), Aristóteles se trasladó a Assos, ciudad de Asia Menor en la que gobernaba su amigo Hermias de Atarnea. Allí contrajo matrimonio con una pariente de éste (posiblemente su sobrina o su hija), llamada Pitias, y actuó como su consejero. Tras ser capturado y ejecutado Hermias por los persas (345 a.C.), Aristóteles se trasladó a Pela, antigua capital de Macedonia, donde se convirtió en tutor de Alejandro (más tarde Alejandro III el Magno), hijo menor del rey Filipo II. En el año 336 a.C., al acceder Alejandro al trono, regresó a Atenas y estableció su propia escuela: el Liceo. Debido a que gran parte de las discusiones y debates se desarrollaban mientras maestros y estudiantes caminaban por su paseo cubierto, sus alumnos recibieron el nombre de peripatéticos.
 La muerte de Alejandro (323 a.C.) generó en Atenas un fuerte sentimiento contra los macedonios, por lo que Aristóteles se retiró a una propiedad familiar situada en Calcis, en la isla de Eubea, donde falleció un año más tarde.

2 comentarios:

  1. Colegio Nazaret
    3 año "A"
    Estefani Rodriguez.

    LIBERTAD Y LIBERTINAJE.

    Ambos conceptos nos parecen totalmente semejantes, pero la realidad es que son diferentes:

    Libertad: Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra siendo responsable de sus actos.
    Libertinaje: Desenfreno en las obras y en las palabras.

    Veamos, partiendo de la base de que moralmente todo ser humano es libre podríamos llegar a la conclusión de que la diferencia esencial entre los términos anteriormente está marcada por la ética humana.

    ¿Qué está bien? ¿Qué está mal? ¿Qué criterio es el correcto? Ésa es la cuestión. Aquí encontramos el bien y el mal, el ying y el yang, la libertad y el libertinaje.

    Preguntémonos: ¿Cómo somos de libres? ¿Cuándo dejamos de serlo y nuestro anhelo por la misma se excede y se transforma en libertinaje?
    Yo podría aquí y ahora fugarme de la casa de mis padres e intentar subsistir en la lejanía, mas… ¿Cómo me buscaría la vida? Obviamente no podría, así pues hablamos de que yo, al igual que el resto de la humanidad en sus respectivos casos estamos indirectamente atados y prisioneros de nuestra realidad. Carecemos de esa libertad de la cual tanto alardeamos y, si nos atrevemos a transgredir los límites de lo que moralmente llamamos libertad, somos acusados de libertinaje.

    ¿Conclusión? Somos esclavos de nuestra propia existencia.

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  2. Colegio Nazaret
    3 año "A"
    Estefani Rodriguez.
    (II Comentario)

    LA MUERTE.

    "Aprende a morir y aprenderás a vivir. Nadie aprenderá a vivir si no ha aprendido a morir", así rezaba un viejo manualoccidental sobre la muerte y el proceso de morir.

    Como un sabio maestro budista solia decir (Padmasambhava): "Quienes creen que disponen de mucho tiempo, sólo se preparan en el momento de la muerte. Entonces los desgarra el arrepentimiento. Pero, ¿no es ya demasiado tarde?".

    En este sentido creo que la pregunta que todos y cada uno de nosotros nos debemos hacer aquí y ahora a nosotros mismos y con total sinceridad es: ¿Qué sé sobre la muerte?".

    La muerte, Horrible palabra ¿No?, En primer lugar debemos ser conscientes de que la muerte es un absoluto misterio, pues nadie ha regresado del "más allá" para referirnoslo. Todo lo que contamos es con lo que se denomina "experiencias cercanas a la muerte".

    Pero debemos ser con nosotros mismos tan íntegros como lo fue el célebre filósofo griego Sócrates, cuando afirma: "El temor a la muerte, señores, no es otra cosa que considerarse sabio sin serlo, ya que es creer saber sobre aquello que no se sabe. Quizá la muerte sea la mayor bendición del ser humano, nadie lo sabe, y sin embargo todo el mundo le teme como si supiera con absoluta certeza que es el peor de los males".

    En una palabra, si deseamos dejar de una vez por todas que la vida nos viva a nosotros y en cambio vivir nosotros la vida (valga la perogrullada), debemos empezar por aceptar la muerte como una gran maestra que continuamente nos susurra al oído: "Carpe diem", es decir, vive la vida en el aquí y ahora, sin dejar situaciones inconclusas, pues no sabemos que llegará primero, si la muerte o el próximo día.

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