3 de septiembre de 2010

EL ÉXITO Y LA FELICIDAD

Todo ser humano vive la vida desde una vocación determinada, es decir, cada quien se siente llamado a desempeñar un papel en el mundo, así, encontramos cantidades de profesiones que cada día se hacen más, dependiendo de los nuevos descubrimientos que en la evolución del mundo se van presentando. Efectivamente, encontramos profesionales de la educación, la ingeniería, la medicina, el deporte, el arte, la música, la filosofía…, si bien es cierto, cada quien desde su vocación personal: desde sus inclinaciones personales hacia aquello a lo que se siente llamado, experimenta gozo en la realización de su trabajo, y desde allí, busca encontrar la felicidad.

            En efecto, el esfuerzo por alcanzar cada día un mayor nivel y status en lo laboral, manifiesta la búsqueda incansable que el hombre hace para ser feliz. Así, para cualquiera, un ascenso en el trabajo significa un gran momento de felicidad, momentos que se alcanzan cuando se obtiene algún logro en la vida, como es el caso de la obtención de algún título universitario. Vemos pues, que, indudablemente, los momentos de éxito son también momentos de felicidad, ya que al ir desarrollándonos en nuestro ser y quehacer, nos sentimos cada vez más realizados y aumenta de alguna manera nuestra felicidad.
            Sin embargo, a pesar de la satisfacción que dan los logros alcanzados en los momentos exitosos, vemos que la pirámide nunca termina, ya que nunca llegamos a la cima de las cimas. Ante esto, siempre hay un problema de infelicidad, pues, la ambición nunca será completamente saciada, siempre faltará algo, siempre habrá un escalón más por subir. A su vez, esta situación puede causar en algunos otros una vida dinámica que permite estar siempre en movimiento, escalando una montaña interminable.
            Por otra parte, aquellos que se estancan, sienten el peso de la monotonía y la rutina que afecta profundamente la vida de los seres humanos. Cuando la vida se hace una rutina, el sentido alegre y dinámico que caracteriza a las personas se pierde, quedando un trabajo hecho de una forma automática y sin sensibilidad alguna, lo cual, deja un profundo vacio en el corazón del hombre.
Vemos pues, que el éxito es un elemento importante para alcanzar la felicidad, ya que nos permite desarrollar la vocación personal que tenemos, y crecer más como personas cada día; pero que, por otra parte, no es el único elemento que debemos tomar en cuenta para poder ser realmente felices, pues, aquel que tiene éxito en su carrera, pero su familia es un desastre, no puede ser feliz, igualmente, aquel cuyo éxito en el trabajo le cuesta la salud, no puede ser feliz, y así, podemos nombrar un sinfín de situaciones que gracias a la búsqueda incansable por el éxito puede hacer que perdamos el horizonte hacia la felicidad.
En este sentido, considerando la complejidad del ser humano, debemos procurar siempre una vida plena, tratando de alcanzar el éxito no sólo a nivel laboral, como estamos acostumbrados a hacerlo; sino procurarlo en todos los aspectos de la vida. Tomando en cuenta que, la persona es un ser unitotal, es decir, es una complejidad que no puede reducirse a una sola de sus dimensiones.  Por ello, la lucha debe ser por tratar de tener éxito en todos los ámbitos de la vida: en lo espiritual, lo laboral, la familia, los amigos, sin dejar de lado ninguna de las dimensiones humanas, y considerando siempre las adversidades como una oportunidad de crecimiento que Dios nos permite vivir en nuestra vida.
Siguiendo con lo anterior, San Agustín y Santo Tomás de Aquino, grandes pensadores de la edad media, proponen en diversas obras un camino hacia la felicidad que exalta el valor de los bienes espirituales, sin dejar de lado la materialidad de la vida. Para ellos, partiendo de sus principios cristianos, lo principal es tener a Dios, felicidad verdadera y fuente de virtud para el hombre, ya que al tener a Dios en la vida, el ser humano experimenta como los vacios se llenan a través del amor y cómo la vida cambia y llega al éxito por la gracia de este ser que trasciende todo aquello que conocemos y somos.
En este orden de ideas, si tuviéramos que proponer una jerarquía de bienes para alcanzar la felicidad, colocaríamos en primer lugar a Dios, ya que es la fuente en la que cualquier anhelo humano en cualquiera de sus dimensiones puede ser saciado.
Es importante aclarar, que no se trata de una propuesta meramente espiritual que deja de lado la materialidad de la vida; antes bien, se trata de una propuesta unitotal que toma en cuenta todas las necesidades humanas, pero que coloca en el centro de la vida, a aquel que es la fuente de todos los bienes, más aún, aquel que trasciende el éxito, pues, es la felicidad máxima a la que aspira el hombre desde su nacimiento, Dios. 

3 comentarios:

  1. Krisbel Gil - 9no sección: B.

    En cuanto a lo anterior, me parece que en el mundo hay muchas personas que piensan que tienen toda la felicidad con tener éxito en lo que tanto anhelan, pero aveces no se fijan como podría ser todo después de un tiempo de lograr ese éxito; y si en verdad eso va a encargarse de ocupar toda esa felicidad por el tiempo que ellos creen.

    Según las experiencias que he vivido me parece que para poder tener éxito se debe tener una felicidad que nos ayude y que se mantenga con nosotros, ya que serviría como una razón para no rendirnos ya que muchas personas aveces no miran el largo recorrido que han hecho, por lo que han pasado e incluso los sacrificios que han hecho, si no por el camino que les falta para llegar a ese exito. Para mi el éxito es una pequeña parte de la felicidad, pienso que no necesita tener exito para ser feliz ya que muchas veces tenemos a nuestro alrededor muchas personas que nos quieren y aman, y por querer tener exito en algo las abandonamos y cuando logramos lo que queremos esas personas nos haran falta y a lo mejor no podrian estar alli con nosotros o quisas y esten ya muy lejos.

    Para finalizar; las personas deciden el camino que quieren según su vida, sus deseos. Solo nosotros mismo luchamos por lo que queremos y sabemos como podría ser nuestra vida sabiendo hacer una buena elección para ella.

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  2. María Paula Castellano #10. 9no "A"

    Todas las personas que estamos en el mundo venimos acá con un propósito y una vocación que Dios nos da. Sin importar que vocación sea todos somos capaces de elevar nuestro nivel, y al hacerlo, nos sentimos felices ya que nos desempeñamos bien en algo que nos gusta. Es normal que el ser humano busque este éxito para encontrar la felicidad pero al ver que esta se ve muy lejana debido a todo lo que nos falta por hacer, sentimos tristeza o decepción ya que el logro parece imposible, rindiéndose o en algunos casos nunca parar tratando de encontrarla en una búsqueda que parece infinita.

    Esto puede originar la monotonía en la vida de las personas lo cual es realmente malo por que al hacerse presente se dejan de hacer las cosas con amor y felicidad ya que todos los días parecen ser lo mismo. El éxito puede darnos felicidad, pero debemos tratar no sólo de ser exitosos en nuestro trabajo o estudios si no también en la parte espiritual, ya que al tener satisfecho el espíritu, podemos hacer de buena manera lo que sea que nos propongamos y ser no sólo exitosos si no verdaderamente felices, para esto necesitamos tener a Dios en nuestras vidas ya que él es el que verdaderamente puede saciar nuestra necesidades y llenarnos de una amor y una felicidad que nadie en este mundo nos puede dar y no detenernos ni rendirnos cuando exista una piedra en el camino si no verlo como un obstáculo para que al llegar a la meta seamos mejores que cuando empezamos la carrera.

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  3. Maracaibo, 08/06/12
    U.E Colegio Nazaret
    Eliana Almarza #3 9no"A"

    Como bien sabemos todos estamos aquí con un propósito en la vida, todos estamos llamados a desempeñarnos en el área que mas nos guste en la vocación que mas amemos pues para tener una vocación hay que amar lo que hacemos, muchas personas opinan que el éxito es la llave de la felicidad pero yo opino que la felicidad es la llave del éxito, es decir, si somos felices somos personas exitosas, muchas personas siente el llamado a ser: sacerdotes, doctores, maestros, filósofos... pero solamente con la carrera que nos encontremos bien que seamos felices que nos guste seremos exitosos.

    Muchas personas gastan su vida trabajando sin parar y cuando ya tienen todo lo que creen "necesitar" la vida les da un golpe inesperado, hay que disfrutar lo que hacemos por que no sabemos lo que puede pasar, también suele suceder que muchas personas se frustran por no saber lo que quieren hacer o por que no siente el llamado o simplemente lo ignoran y se sienten fracasados o simplemente derrotados, muchas personas que por estar tan ocupados por el trabajo se alejan de Dios sin saber que estar con Dios es felicidad, pero no piensan eso por estar tan ocupados, hay personas que buscan la felicidad en otra persona sin saber que la felicidad esta en uno mismo y creen que estando con alguien sin ser felices lo hacen exitosos pero mi opinión es que no mientras estemos felices con nosotros mismos, con las demas personas estemos con Dios escuchemos nuestro llamado nos esforcemos por alcanzar lo que queremos seremos felices y exitosos.

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