En
la Biblia, “Bienaventurados” o “dichosos son los…”, es una fórmula corriente en
los Salmos y en la literatura sapiencial del Antiguo Testamento; también
aparece con frecuencia en algunos libros del Nuevo Testamento, especialmente en
Apocalipsis.
Lo primero que
intentaremos hacer, es una básica referencia etimológica sobre el tema que nos
compete, es decir, sobre la felicidad en las bienaventuranzas. Μακάριοι, es el adjetivo griego
utilizado en el Evangelio para introducir las gracias expuestas en el pasaje
bíblico de las Bienaventuranzas. Traduce, primeramente, dichoso, afortunado,
pero también se puede traducir como feliz[1]. De
esta última opción nos valemos para presentar el texto de las bienaventuranzas
como propuesta de felicidad en Jesucristo.