27 de agosto de 2015

SOBRE EL CULTO DE IMÁGENES EN LA IGLESIA CATÓLICA.

En reiteradas ocasiones me han dicho que si la Sagrada Escritura en el decálogo dice: “No te harás escultura ni imagen alguna, ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra” (Dt. 5,8), por qué nosotros los cristianos católicos insistimos en venerar en el culto litúrgico las imágenes.

Quienes basados en este pasaje, lo toman aisladamente y no analizan el contexto y el idioma en el cual fue escrito dicho pasaje, cometen un error. Las sagradas Escrituras, no son un libro, son un compendio de 73 libros, entre los cuales, cada uno tiene su propio contexto histórico y por tanto sus propias circunstancias que lo envuelven. El Antiguo Testamento fue escrito en hebreo y arameo mientras que el Nuevo Testamento fue escrito en griego. De modo que para comprender realmente lo que quiere decir un texto de la Escritura Sagrada, es imprescindible tomar en cuenta todos estos elementos. Lamentablemente, la mayoría de los pastores de las sectas protestantes, no cuentan con la preparación necesaria para acercarse a un estudio objetivo de la Escritura, y por eso, con argumentos fanáticos y falaces nos acusan a los católicos de idolatría, sin si quiera tener claro qué es realmente tal cosa.